21 de agosto de 2006

EL DUELO, no es solo para casos de muerte

La separación de uno de los progenitores provoca en el hijo, una situación emocional diferente de acuerdo a lo que le haya tocado vivir antes de la producción de la misma, edad, situación familiar posterior, etc...pero en general sufren una pérdida y para poder superar la misma es importante la realización del duelo.
Este es un proceso emocional que permite aceptar la desaparición temporal ó permanente de uno de los progenitores, tiene varias fases y es positivo completarlas a fin de no “momificar el duelo”....ya que esto impedirá el normal desarrollo emocional del hijo.
El comienzo es de incredulidad, más cuando no ha percibido situaciones previas a la separación que lo hayan alertado, es una forma de defenderse de los cambios a fin de “darse tiempo” para afrontarlo...luego viene el dolor, la confusión ante lo imprevisible.....más tarde aparece la furia contra el que se fue, el que lo echó, contra Dios, etc., pueden aparecer conductas agresivas contra cualquiera, en esto se mezcla también la etapa de culpa, de pensar que él/ella puede haber sido la causa de la ruptura, del alejamiento del otro, ya sea porque supone que se portaba mal, que no iba bien en el colegio,..muchas cosas le pueden pasar por su cabeza..es un momento complicado porque la sensación de culpabilidad lo puede paralizar, también puede hacer que sea más aplicado en la escuela..dando una sensación de que “no siente nada”....que acepta la situación...A continuación pasa la etapa de desolación, en la cual ve que sus esfuerzos no han servido de nada, que su papá ó mamá siguen sin volver a casa...que la situación se le ha ido de las manos, impotencia al no encontrar soluciones....por suerte si todo va bien, van apareciendo herramientas de defensa que le permiten razonar y digerir la nueva forma de vida que le toca, se apoyará en sus amigos, cuadrilla, adultos a los cuales reconozca como “buenos”, pueden ser maestros, entrenadores( seria bueno que estos estuviesen preparados para estas situaciones)...al final viene la etapa de ACEPTACIÓN...con lo cual su vida continuará, sin olvidar lo que le ha ocurrido, pero sabiendo que es “parte de la vida”.... que no es algo que solo le sucede a él.

1 comentario:

Azulmar dijo...

Ayer le comunicamos a nuestra hijita de 8 años que nos separamos. En dos días más su padre se irá a su nuevo departamento.
La reacción de nuestra hija fue llanto desolado, luego preguntó las causas y posteriormente se conformó con llanto calmado y suspiros. Más tarde me dijo que le hacía ilusión conocer la otra forma de vida. Hoy preguntó que cuándo conocería el Depto. y horas más tarde me dijo que estaba ansiosa por conocerlo. Me miró a los ojos y me dijo que estaba feliz.
Nosotros somos de esas parejas que no dio señales, no peleamos ni menos nos gritamos. Estamos muy tristes, pero atentos a sus cambios.
Sé , por lo que he leído, que estar tranquila o muy triste son manifestaciones de un dolor y un cambio profundo en su vida.
Estoy muy asustada, antes nos hicimos asesorar por una sicóloga infantil, pero esto es devastador.
Si pueden darme más orientaciones se lo agradecería enormemente.
Gracias
Luz Marina